“En este día frenamos un ‘cachito’ para pensar en qué le hace falta a este oficio y qué nos hace falta a las trabajadoras y trabajadores costurerxs”, dice la secretaria General del SATaD-CTAA, Mónica Basterrechea. El sindicato representa a miles de trabajadorxs en todo el país que confeccionan en su domicilio para terceros como pymes, marcas de diseño y un gran número emprendimientos comerciales, como también a las modistas que realizan arreglos de ropa.
“En el día de hoy relanzamos una muestra de nuestro trabajo frente a la Catedral de Mar del Plata. La intención es interactuar con la gente para celebrar nuestro día visibilizando cómo es trabajar en nuestra casa”, afirma Basterrechea. La jornada tuvo por objeto poner en valor la tarea que realizan y, con la consigna de “Sin costureras y costureros no hay ropa”, dar cuenta de la mano de obra que la industria textil emplea.
Una de las principales denuncias que realiza el gremio es la precarización de sus trabajadorxs, que es de larga data pero que se ha profundizado en los últimos años. El SATaD-CTAA reclama la aplicación de la Ley 12.713, que está vigente, que regula la actividad y que permitiría el reconocimiento de derechos. La ley fue sancionada en 1941 y registra a los trabajadores otorgándole una libreta con detalle de sus derechos, tarifarios y condiciones generales de su trabajo, acceso a obra social y aportes jubilatorios. Se aplicó en el 2008 tras el incendio del taller de la calle Viale que implicó la muerte de familias enteras de trabajadores y niños, pero no se continuó con su aplicación.
Desde el sindicato señalan que «el trabajo a domicilio implica que el trabajador aporte las herramientas, consumo de electricidad y materiales para realizar la tarea, además del conocimiento de sus trabajadores y trabajadoras costurerxs, remachadores, sublimadores, tejedores a mano, cortadores, bordadoras y otro gran número de oficios específicos».