El último aumento anunciado en la movilidad de las jubilaciones y pensiones, que regirá a partir de Diciembre próximo, es del 15,6% y lleva al haber mínimo a un valor de $50.124. Si se toma en cuenta que en Octubre la inflación fue del 6,3% y que, según el REM los precios aumentarán en niveles similares en Noviembre y Diciembre, el trimestre cerrará con una inflación cercana al 20%, muy por encima del aumento anunciado. Así, el año finalizará con un incremento en el haber del 72,5% respecto a Diciembre 2021, frente a una inflación que rondará el 99,4%. De este modo, la fórmula de movilidad vigente generará que el año termine con una pérdida real en el haber en torno al 13,5% interanual. En un marco de elevada inflación, tal recorte se profundizará hasta febrero (mes previo al próximo aumento), llegando a un nivel que, teniendo en cuenta las proyecciones de inflación del REM, podría rondar el -16,2% interanual.
Si se observa lo ocurrido desde la entrada en vigencia de la actual fórmula de movilidad en el 2021, de los últimos ocho aumentos otorgados sólo en tres ocasiones la movilidad superó a la inflación del trimestre. Sin embargo, en todos los aumentos de 2022 sucedió lo contrario, generando un deterioro sistemático en las jubilaciones. Recordemos que, de acuerdo con la ley de movilidad vigente, las jubilaciones reciben ajustes trimestrales que se determinan en función de un índice que combina en partes iguales la evolución de la recaudación tributaria del ANSES, por un lado, y la evolución salarial, por otro. En un marco de desaceleración en la actividad económica y caída de los salarios reales, frente a un proceso de aceleración inflacionaria, la fórmula vigente no logra evitar el recorte en el poder adquisitivo de los haberes.
Informe completo: El deterioro de las jubilaciones