La AAPM, con esta firma, transformó el convenio paritario en uno de los más altos del país, rompiendo cualquiera de los techos paritarios.
El nuevo acuerdo establece un aumento salarial del 48% en tres tramos. Primero, un 29% será abonado en mayo. Luego, se sumará un 11% en julio y un 8% en octubre.
De esta forma, el ingreso de un trabajador del sector de la propaganda médica será de $197.316 en octubre. Al salario se le suma los años de antigüedad, con un tope de 15 años. Y teniendo en cuenta que ningún visitador médico -por ley de CCT- puede cobrar menos de 2 años de antigüedad, el salario superaría ese monto.
Ricardo Peidro, Secretario General de la CTAA y Secretario Adjunto de AAPM, informó que: «Nosotros planteamos la necesidad de recuperar el poder adquisitivo de los salarios de las y los visitadores médicos, que no solamente es correr tras la inflación, sino también relacionado con otros parámetros como las ganancias de la industria farmacéutica. Si no logramos ganarle a la inflación, no va a haber aumento real de nuestros salarios», indicó y evaluó: «Por lo siguiente creemos que es un buen acuerdo paritario en un marco donde indudablemente el proceso inflacionario y de los productos de primera necesidad como los alimentos, están impactando sobre la vida de la clase trabajadora».
Por su parte, Salvador Agliano, Secretario General de AAPM y Secretario General de la CTAA Tucumán, evaluó: «Consideramos altamente positivo lo que conseguimos, fundamentalmente porque las patronales de la industria farmacéutica siempre buscan condicionar la grilla salarial con una serie de pedidos que violan la normativa de nuestra actividad. Por eso el triunfo también está dado en no haber cedido ningún derecho de las y los trabajadores del sector».
Finalmente la dirigente de AAAPM y Secretaria Administrativa de la Central, Alejandra Angriman, agregó: «Vamos a seguir avanzando no solamente en relación al aumento salarial, sino también en materia de derechos para las y los trabajadores para que nuestro trabajo sea con más derechos y que el trabajo del futuro no sea precario».