En dicha reunión se realizó el traspaso de la Coordinación de la Presidencia Pro-tempore de Uruguay a la Argentina, asumida por el secretario Internacional de la CGT, Gerardo Martínez, quien dio la bienvenida a la delegación Europea presidida por la presidenta del CESE Christa Schweng (Hungría) acompañada por dirigentes, empresarios, sindicales y cooperativistas.
La CTA estuvo representada por Daniel Jorajuría y René Rivera.
Christa Schweng expresó que venía a consolidar un puente entre ambos bloques (UE-Mercosur) y que encuentros como este ayudan a la transparencia y a la información, agregando que era necesario revisar las interpretaciones negativas sobre el multilateralismo. Luego instó a avanzar en el acuerdo UE-Mercosur y solicitó la opinión de las organizaciones del FCES del Mercosur.
Duro cruce entre empresarios y dirigentes sindicales
Los referentes del sector empresarios presentes de la Unión Europea, Uruguay, los representantes de las cámaras argentinas: Unión Industrial Argentina (UIA), Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Cámara de Comercio se expresaron al unísono a favor de avanzar rápidamente con la concreción del mismo, lo que provocó una dura respuesta del sindicalismo argentino. Daniel Jorajuría, en nombre de la Central en el FCES) y en nombre del sindicalismo argentino expresó: «Luego de la pandemia y en un mundo en guerra hay un nuevo reacomodamiento de la globalización. Las regiones tratan de fortalecerse hacia adentro y esta crisis aún tiene un final abierto que hoy no podríamos anticipar. Nosotros primero tenemos que potenciar nuestra región y resolver nuestras asimetrías. También queremos recordarle al CESE que cuando se firmó el acuerdo -el 28 de junio del 2019- fue un hecho político de campaña electoral del ex presidente Macri, sin trasparecía y sin información previa. Asimismo, este acuerdo que implicaba un proceso de integración política, social, de cooperación y comercial hoy solo se lo quiere limitar a lo comercial, a un simple tratado de libre comercio que es inaceptable ante las asimetrías de ambos bloques».
En este sentido y ampliando sus argumentos, el dirigente de la Central señaló que tampoco se ha dado lugar a ninguna de las cuestiones planteadas por la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS) y el CESE, como por ejemplo:
1) Un estudio de impacto que aún no se ha realizado.
2) Un capítulo sobre la dimensión social o socio-laboral.
3) Un comité de seguimiento y monitoreo del acuerdo.
Por estas razones, se afirmó que de ningún modo se debe avanzar en este sentido ya que esto representaría un saltos al vacío ante tanta incertidumbre. Hay aún cuestiones pendientes en el Mercosur a resolver, incluso con países que pareciera que quieren romperlo, por lo que es necesario una actitud de prudencia en esta ofensiva comercial. Esta postura del dirigente de la CTA fue apoyada por las demás centrales.
En diálogo con Acta, Jorajuría amplió los fundamentos del posicionamiento de la Central:
- -¿Cuáles son las preocupaciones mayores que tienen frente al posible acuerdo?
- -«Nosotros sabemos que el mundo hoy necesita alimentos y energía y lo tomamos, pero en este acuerdo la UE protege su producción agrícola en salvaguarda y esto perjudica el comercio agrícola del Mercosur, a la vez que también pretende ventajas para su industria automotriz, perjudicando duramente a estos mismos sectores de nuestra región. Esto claramente se vio expresado en lo dicho por el presidente de FIAT Argentina, Cristiano Rattazzi, cuando afirmó, «No queremos importar autos feos y caros de Brasil, sino importar directamente desde Europa”».
- ¿Qué pasaría con nuestros trabajadores de la industria?
- «Este acuerdo afecta nuestra industrialización y causa desempleo. Otro tema, además, es que elimina las restricciones a la circulación de los ríos Uruguay, Paraná, Pilcomayo para la industria naviera europea. Tampoco en este acuerdo implicaría transferencia de tecnología, sino solo la importación de productos desde la Unión Europea de autos, aviones, barcos, químicos. En definitiva es un acuerdo agresivo y colonialista que consolida las asimetrías».
- ¿Este acuerdo ya está concluido?
- «No. Está en revisión judicial y ambiental en Europa, que concluiría en el 2° semestre del 2023. Luego pasa al Parlamento Europeo y si allí se aprueba, luego tiene que ser tratado por cada uno de los parlamentos de los países. Se requiere unanimidad para ser aprobado por la Unión Europea».