“A las 10,30 de la mañana cayeron 30 individuos armados con cuchillos, me encierran en un cuarto al fondo, encierran a los empleados nuestros en otra parte”, cuenta Alejandro Brizuela a ACTA, tras el ataque de la banda armada comandada por Mario Pereyra.
“Nos tuvieron retenidos hasta que por suerte un afiliado llegó y vio todo lo que pasaba y fue a la policía que actuó muy bien y rápido y se llevaron a todos detenidos.”, dice el dirigente.
“Ya presentamos toda la documentación del sindicato pero ahora estoy un poco asustado por las cosas que me han dicho y amenazado.”, concluye el trabajador.
La Conducción de la CTA Autónoma pide que se termine con estos hechos aberrantes que recuerdan la época más oscura de nuestro país y vuelve a expresar que las internas sindicales deben dirimirse en el marco de la ley y la democracia, con la participación plena de sus afiliados y afiliadas.