Nos llena de indignación la decisión de la Sala II de la Cámara Federal de Casación que permitiría la prisión domiciliaria al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz, multi condenado por delitos de lesa humanidad.
Esta decisión de cumplir condena en casa otorgados por estos mismos jueces a los represores Mario Guillermo Ocampo y Luis Firpo, involucrados en crímenes sobre militantes populares en la llamada «Contraofensiva», muestra claramente el intento de avanzar sobre el plan de impunidad.
En el mismo sentido, manifestamos nuestro repudio a la dilación con que se está tratando la causa Blaquier, quien ahora por su edad avanzada, goza de impunidad biológica.
Desde esta Central de trabajadores y trabajadoras reiteramos nuestra firme posición de exigir justicia y cárcel efectiva para todos los responsables políticos y civiles de la última dictadura cívico militar eclesial.
Seguimos junto a las Madres de Plaza de Mayo exigiendo la apertura de todos los archivos de las instituciones del Estado involucrados en la representación de manera de avanzar en el esclarecimiento y el conocimiento público de la verdad, por la Memoria y la Justicia.
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
30 mil compañeros y compañeras ¡Presentes!