El 24 de agosto en la UNAF se vivió una jornada de violencia que quedará en la historia: profesores, auxiliares y alumnos fueron salvajemente reprimidos, con patadas y golpes de puño. “Fue un día gris y triste para quienes trabajamos ahí, nunca habíamos vivido algo semejante”, dice a ACTA Jorge Jara, trabajador de esa institución y delegado de ATE.
Era el día que correspondía que se realizaran las elecciones de claustro docente en la universidad para renovar la representación de los claustros en el co-gobierno, cuyos mandatos ya se encuentran vencidos. “Una patota que responde al Rector Augusto Parmetler y al ex secretario de Extensión, Rafael Olmedo, entró a la universidad de manera violenta impidiendo el desarrollo de las elecciones, y mandó a cerrar los portones de la universidad, y empiezan a empujarnos con palos, pidiendo que nos vayamos”, cuenta Jara.
“Ahí comienzan las corridas y las agresiones, insultos, patadas en la cabeza y piñas. Nosotros no respondimos a ninguna agresión, solo corrimos para protegernos”, dice Jara a ACTA a la vez que explica que debieron buscar otro lugar donde desarrollar la elección.
A propósito de estos hechos, Jara cuenta que la gestión de Parmetler tampoco acepta a la Asociación de Trabajadores del Estado, como un gremio nuevo dentro de la Universidad: “Como no nos reconocían, hace dos años no dejaron hacer las elecciones nuestras tampoco, y tuvimos que hacerlas en la vereda”, dice Jara que desde entonces viene desempeñándose como delegado, por lo cual también es perseguido y hostigado sistemáticamente, con cambios de tarea, etcétera.
Finalmente Jara remarca: “Nosotros no estamos de acuerdo con estos manejos de la Universidad, y lo venimos denunciando desde hace mucho tiempo, porque queremos que se cumplan las leyes, que la universidad sea un lugar de estudio, de formación de profesionales”.