Trabajadores y trabajadoras precarizades de la capital salteña, vulgarmente conocidos como «Puesteros» de Parque San Martín, resisten una nueva envestida del municipio que conduce la intendenta Bettina Romero y su reiterado intento de impedir que realicen su labor. «Con el pretexto de la reorganización del Centro, intenta desalojar personas que obtienen su sustento de manera legítima y con mucho esfuerzo», afirma Julio Molina CTAA Salta.
El conflicto con los vendedores ambulantes lleva varios meses sin solución, con represión y acciones violentas de parte de la fuerza pública de por medio. En uno de los desalojos llevados adelante por la policía, varios trabajadores resultaron presos y heridos. La intendenta Romero había ofrecido reubicarlos en otras zonas pero fue una solución engañosa ya que esos lugares no eran económicamente viable para la venta. Desde varios sectores se denuncia la intención de «maquillar» el Centro salteño para ofrecer un imagen de postal turística, escondiendo la pobreza o alejándola de lugares turísticos de la capital.
La Central salteña viene advirtiendo de manera reiterada sobre el impacto social de la crisis económica, en contexto de pandemia, y en particular en las familias de los sectores más empobrecidos de la provincia. «Acá trabaja gente mayor, personas que no encuentran empleo en el mercado formal de trabajo. Si se les impide ejercer la venta y se los desplaza a zonas desfavorecidas para su labor se los condena a más pobreza y a la indigencia», señala el dirigente salteño.
Hasta ahora, las negociaciones han sido infructuosas. «Seguimos buscando el diálogo con los funcionarios municipales. Tienen que entender que deben ofrecer una solución para estas familias porque están vulnerando derechos básicos de mujeres, niños y trabajadores en general», insiste Molina. Mientras tanto se mantienen en alerta desde la Central salteña.