“Como CTA queremos para Haití que se termine con este castigo ejemplificador por parte del Imperio.”, sostuvo este viernes Hugo Godoy, Secretario General de la CTA Autónoma, al recibir en la sede a Henry Boisrolin, Coordinador del Comité Democrático Haitiano-Argentino, quien retribuyó afirmando que “esta Central sindical siempre tuvo las puertas abiertas para nosotros”.
Durante el encuentro que se extendió por espacio de dos horas, el dirigente haitiano hizo un raconto de la heroica historia de liberación del pueblo de Haití, la primera y única revolución de personas esclavizadas triunfante en la historia de la humanidad y la primera en ser libre en América Latina y el Caribe y que por esa razón ha sido constantemente expoliada y atacada. “La colonia más próspera de la época era Haití, por eso Francia y el sistema capitalista dependían de la labor de las esclavizadas y esclavizados y ese pueblo fue el que venció a las potencias colonialistas de la época en el campo de batalla y de las ideas.”, explicó.
Recalcó que esa rebelión tuvo “dirigentes excepcionales, que junto al rol de la lengua creole y la fuerza espiritual del vudú, condujeron a la libertad en la Batalla de Vertierres, que obligó a las tropas francesas a capitular. Ese 18 de noviembre de 1803 se empezó a golpear un orden hegemónico, no solo contra la esclavitud, aquel fue un movimiento anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial, antirracista, internacionalista y con un rol de la mujer vital. Es tan importante esa fecha porque nos va a conducir a la declaración de la Independencia del 1º de enero de 1804 y a la Declaración de la Constitución de 1805, promulgada por Jean-Jacques Dessalines, es él el que recupera el nombre ancestral de Haití para la nación en honor a los habitantes que España masacró a partir de su llegada al continente y en el artículo 14 pone una categoría que determina al nuevo sujeto histórico: todos somos negros en oposición al sujeto colonial blanco”.
Haití fue la revolución más radical de la historia de la humanidad por eso las potencias occidentales buscaron por todos los medios que no se propagara su ejemplo. Su internacionalismo fue tan marcado que brindó apoyo tanto en armas, voluntarios y dinero a las revoluciones independentistas de la América, con la sola condición que liberaran a las personas esclavizadas. “No somos un país pobre, somos un país empobrecido, el primer país con deuda externa porque en 1825 Francia nos obligó a indemnizarlos por habernos independizado, los intereses de esa deuda los terminamos de pagar en 1947, hoy es el equivalente a 26.000 millones de dólares”, graficó Boisrolin. Y añadió: “Entre 1915 y 1934 Estados Unidos ocupó militarmente el país, en 1914 un comando militar norteamericano robó todas las reservas del Banco Central, esta ocupación transformó a Haití en una neocolonia al servicio de Estados Unidos y de una pequeña elite repugnante.”.
El profesor recordó que “la única elección limpia de Haití fue en 1990, cuyo gobierno fue derrocado mediante un golpe” y que persiste la impunidad por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), que se extendió en el país entre 2004 y 2017, y la que reemplazó a ésta: la Misión de las Naciones Unidas de Apoyo a la Justicia en Haití (MINUJUSTH). “Necesitamos solidaridad no injerencias ni intervenciones, esas misiones dejaron 30.000 muertos por cólera, violación de niñas, asesinatos, crímenes de lesa humanidad y ahora viene otra avalada por la ONU para supuestamente combatir a las bandas criminales, que son en realidad instrumentos del imperialismo y las elites para impedir que el pueblo se manifieste. Haití no produce armas, estas vienen desde Florida, si nos quieren ayudar que apliquen un embargo, pero esto es un complot, una inseguridad planeada con el fin de organizar una elección trucha y dominar a nuestro pueblo”.
La CTAA se pronunció esta semana contra la decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de intervenir militarmente en Haití: “La población se encuentra asediada por la violencia de pandillas y grupos paramilitares que han explotado años de crisis sociales, económica e institucional, y por el autoritarismo del gobierno encabezado por Ariel Henry. Incapaces de legitimar su liderazgo tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, las élites haitianas confían en que las armas de una fuerza extranjera les permitirían mantener en pie un gobierno que no logra sostener por la vía democrática. Sin embargo, como demostró la triste experiencia de la MINUSTAH (2004-2017), la última fuerza ‘de paz’ desplegada en el país, una ocupación militar extranjera puede hacer poco para remediar los profundos problemas sociales, económicos e institucionales del país. Esta violación a la soberanía del país solo servirá para atropellar la voz de los movimientos populares que día a día enfrentan la violencia criminal y gubernamental, y que aspiran a una salida consensuada que abra camino a políticas que representen los intereses y opiniones de su pueblo”, señala uno de los párrafos del comunicado. https://ctaa.org.ar/pronunciamiento-de-la-cta-contra-la-intervencion-extranjera-en-haiti/
Al respecto, Hugo Godoy dijo: “A 200 años de la Doctrina Monroe hay que dar respuesta a esta agresión y barbarie contra el pueblo de Haití avalada por la propia ONU, ya repudiamos la vergüenza de la participación argentina en la MINUSTAH y seguiremos resistiendo a este corolario de dominación que se ha ensañado con Haití y que se extiende a todo el continente.”.
Boisrolin agradeció estas palabras y mencionó la masiva protesta social que hace tres años sacudió a esta nación caribeña en oposición al gobierno autoritario de Jovenel Moïse. “Más de un millón de personas marcharon y Haití tiene 12 millones de habitantes, de los cuales cinco viven con hambre severa, pero como Estados Unidos le teme a un triunfo revolucionario apoya siempre a la ultraderecha y al neoliberalismo en el gobierno, que solo puede ser elegido en elecciones fraudulentas”.
Tanto la CTAA como el Comité Democrático Haitiano-Argentino ratificaron el compromiso de seguir trabajando para visibilizar el crimen que la comunidad internacional comete desde hace 200 años contra Haití y terminar con el olvido intencionado de los vencedores que excluyeron de la memoria a esta revolución maravillosa.
Del encuentro también participaron Miriam Liempe (Relación con los Pueblos Originarios) Beto González (Organización), Daniel Jorajuría (Administrativa) Jorge Castro (Finanzas), René Rivera (APJBO), Ernesto Ojeda (FETARA), Julián Aguirre y Mariano Vázquez (Internacionales).