«A través de una cuenta de Facebook están difundiéndose fotos trucadas con las que se pretende no solo exponer a nuestra compañera Secretaria General sino claramente atacar su figura como dirigente político-sindical en medio de una campaña electoral en la que ella vuelve a disputar la conducción de nuestra Central en esa zona de la provincia.
«‘Es un claro acto de violencia política. El Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI – OEA) advierte que la violencia política contra las mujeres debe entenderse como: ‘[…] cualquier acción, conducta u omisión, realizada de forma directa o a través de terceros que, basada en su género, cause daño o sufrimiento a una o varias mujeres, y que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos políticos. La violencia política contra las mujeres puede incluir entre otras, violencia física, sexual, psicológica, moral, económica o simbólica’.
«Es también un acto de violencia simbólica y mediática. La Ley 26.485 lo dice con claridad al remarcar que “’ejercer violencia mediática o simbólica hacia las mujeres no implica conducir a casos de violencia física de manera “automática” o directa. No obstante, contribuye al pensar, al creer y, en definitiva, a la construcción colectiva de ciertos patrones de valoración o conducta que legitiman la desigualdad de género’”.
«Estas formas de violencias que se ejercen contra las mujeres buscan limitar, condicionar e impedir el ejercicio de nuestros derechos políticos, y condicionar el ejercicio de todos nuestros derechos a través de la ‘intimidación, hostigamiento, deshonra, descrédito, persecución, acoso y/o amenazas, que impida o limite el desarrollo propio de la vida política o el acceso a derechos y deberes políticos’ y asimismo establece que puede ‘ocurrir en cualquier espacio de la vida pública y política, tales como instituciones estatales, recintos de votación, partidos políticos, organizaciones sociales, asociaciones sindicales, medios de comunicación, entre otros’.
«Como sociedad no podemos seguir tolerando estas prácticas, no podemos seguir naturalizando, banalizando estas formas de violencia y discriminación.
«No volverán a invisibilizar nuestras luchas, no volverán a limitar nuestra presencia en los espacios públicos, en las conducciones de nuestras organizaciones, nuestras instituciones.
«Nuestra compañera no está sola, no es un agravio personal, en un ataque a su figura política y también es un ataque a todo el colectivo de mujeres y disidencias que estamos luchando a diario contra las formas estructurales de violencia y exclusión.»