En el marco de los aportes de les panelistas, el intercambio partió de repensar el Estado Nacional, donde es el pueblo trabajador quien debe trascender al Soberano, alcanzando una democracia participativa y no representativa.
Así mismo, se profundizó en el análisis respecto de la crisis que atraviesa el sistema capitalista, posicionando a la clase trabajadora como una estructura de descarte y desde una óptica de guerra en el desarrollo de la vida.
Se puntualizó en el eje de «la deuda externa» como un mecanismo que tiene por objeto la sujeción de la clase a la eternidad, y que no sólo insta agigantando la brecha de la desigualdad, sino que además en esa brecha ordena un modelo de producción que está pensado desde el dominio.
En conclusión, y como una nueva oportunidad para seguir pensando qué desafíos nos deparan como Juventudes de una Central de Trabajadores, se postulo y quedó en evidencia la importancia de pensar en Soberanías como la posibilidad de una emancipación organizada de la clase hacia la vida digna.