«El proyecto productivo, agroecológico de autogestión para la producción de alimentos, surge casi sin proponernoslo como una respuesta contra el hambre», explica el secretario General de Federación de Trabajadores Agrarios de la Actividad Primaria (FETAAP-CTAA) Ernesto Ojeda, en diálogo con Acta.
– ¿Cómo surge la iniciativa?
– El uso que hace de la tecnología el sistema capitalista neoliberal de explotación de la tierra implica una fuerte reducción de mano de obra, a la vez que profundiza la explotación de los pocos trabajadores empleados. En esta región, tabacalera se da una fuerte expulsión de mano obra. Por ello, como sindicato estamos obligados a encontrar respuestas.
– ¿Es una iniciativa de supervivencia?
– Nace de una necesidad objetiva pero concebimos la autogestión no sólo para generar una huerta de sobrevivencia, sino como una planificación asistida. Acá contamos con la participación del INTA en las áreas productivas, con 8 a 15 y más hectáreas trabajadas. La intención es generar un volumen de producción para comercializar y tener también capacidad de aportar un refuerzo a los planes de asistencia social.
– ¿Y la mano de obra?
– Las tareas las realizan compañeros y compañeras desocupades, como contraprestación laboral de los planes de asistencia social. Es decir, nos organizamos para que los trabajadores y trabajadoras cumplan sus horarios en tareas realmente productivas.
– ¿Se puede reproducir esta experiencia en otras zonas?
– Sí, ya en cada una de las provincias donde está la FETAAP-CTAA estamos desarrollando este tipo de iniciativas. Pero tenemos la intención de hacer algo más ambicioso ya que, si bien con «los planes» no alcanza y con la planificación mejora, necesitamos una inversión más fuerte y tiene que venir desde el Estado.
– ¿Qué haría falta?
– Hay miles de hectáreas de tierra improductivas que podrían ser muy bien aprovechadas si además tuviéramos herramientas, semillas y asesoramiento técnico. Nosotros ya estamos demostrando que tenemos los saberes y la mano de obra capaz de hacer el trabajo.