Tras gestiones encabezadas por Julio Molina, Secretario General de CTAA Salta y ATE, las trabajadoras municipales de Rosario de la Frontera, Salta, llegaron a un acuerdo y levantaron las medidas gremiales.
Luego de vario días de tensión, situación derivada a partir de los graves hechos de violencia y acoso laboral denunciados días atrás por la conducción provincial de CTAA y ATE Salta, que venían sufriendo particularmente trabajadoras del área los programas socio-ambiental de combate al dengue y chikungunya de ese municipio salteño, finalmente se pudo llegar a un acuerdo y suspender las medidas de acción gremial que habían llevado a la organización sindical a declarar » estado de Alerta y movilización».
El señalamiento apuntaba a funcionarios del municipio de Rosario de la Frontera, que dirige el Intendente Gustavo Solís Mónico, donde «se registraron prácticas de acoso y violencia laboral, con precariedad laboral y bajos salarios» señalan desde la Central Autónoma salteña. A la salida del encuentro con el intendente, Julio Molina informó: «Nuestra gestión ante el municipio fue para preservar la paz social y el diálogo. Finalmente, pudimos acordamos preservar los empleos y que cese la violencia laboral y hostigamiento contra las compañeras; además ahora ellas van a pasar a depender del área de Bromatología. Finalmente, que también se haga efectivo el aumento ya acordado con anterioridad y el pago de deudas salariales».
Por otro lado, quedó asentado en el acta de acuerdo la demanda de iniciar la gestión para terminar con la precariedad y el pase a planta permanente de las trabajadoras ya que «hay compañeras trabajando en condiciones precarias con muchos años y esa situación debe terminar», exigieron desde la representación gremial a la vez que ratificaron que «la CTAA va a estar acompañando todos los reclamos de los trabajadores y trabajadoras que luchan, como estas compañeras que valientemente se pusieron al frente del reclamo de sus derechos».