Bajo la consigna “democratizar la Justicia”, y exigir “el fin del lawfare” y la renuncia de todos los miembros de la Corte Suprema, la CTAA movilizó al Palacio de Tribunales y sede del máximo tribunal de justicia en la Ciudad de Buenos Aires, junto a organizaciones políticas, gremiales, judiciales, sociales y de derechos humanos.
A la convocatoria se sumaron múltiples representantes de la Justicia. «Será una marcha para todos, desde la izquierda hasta la derecha. Es histórico, jamás en la historia de nuestro país el pueblo se ha puesto de acuerdo en plantarse ante un Poder Judicial que nunca sirvió”, había anticipado el juez nacional Juan María Ramos Padilla (titular de la Cámara del Tribunal Oral 29 de la Ciudad de Buenos Aires) durante la conferencia de prensa que tuvo lugar este lunes en la CTAA. «El Poder Judicial siempre funcionó en función de privilegios y de intereses concentrados», concluyó.
Mientras las columnas avanzaban hacia la Plaza Lavalle, Ricardo Peidro, Secretario General de la CTAA destacó:
“Esta es una posición histórica nuestra. Ya en 2017 hicimos una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la criminalización de la protesta y advertimos que era un plan coordinado. No solamente desde el poder político del gobierno de turno, sino que estaba organizado mediante la justicia y los servicios de inteligencia. La democratización y una justicia independiente es fundamental para que esa balanza no esté siempre del lado de los poderosos”.
Por su parte, Hugo “Cachorro” Godoy, Secretario General Adjunto de la CTAA, subrayó: “Desde la CTA Autónoma estuvimos acompañando esta iniciativa desde un primer momento. La lucha por democratizar el Estado y la estructura del sistema judicial en Argentina es fundamental porque esta Corte Suprema se caracteriza por su condición aristocrática, patriarcal y autoritaria, en contra de los intereses de las mayorías populares”.
En tanto, la secretaria General Adjunta de la CTAA y de la CONADUH, Claudia Baigorria, señaló: “Tenemos una Corte que no valida los intereses populares sino que defiende a los grandes grupos económicos. Es una justicia que no hace justicia sino que criminaliza la protesta y la lucha social, no atiende los reclamos de los movimientos populares y del feminismo popular. Hace tiempo que venimos luchando por una reforma judicial que tome los temas de género y que no revictimice a les compañeres”.
“Marchamos para pedir que se vaya esta Corte que se puso por decreto y después se eligió a sí misma para sostenerse allí y fueron la garantía para sostener el plan mafioso que utilizó Macri en contra del campo popular. Marchamos por la democratización de la justicia y para decirle no al lawfare que se utilizó contra los presidentes del campo popular”, detallaba Daniel Jorajuría, Secretario Gremial de la CTAA, mientras seguía el ritmo de la marcha.
“Si hay alguien que ha sufrido este poder judicial burgués, oligarca, machista somos las y los trabajadores en los territorios por eso estamos acá para pedir la renuncia de los 4 miembros y plantear las características del poder judicial que necesitamos como pueblo y no es sólo la Corte la que no funciona sino que hay una democracia en deuda con el pueblo”, dijo Omar Giuliani, Coordinador de la FeNaT-CTAA.
Pepe Peralta, Secretario General Adjunto de la CTAA Capital, expresó: “Para CTAA Capital es un paso indispensable en la democratización de toda la justicia a favor de los y las trabajadoras. Con esta marcha de hoy queremos proponer qué justicia necesitamos”, dijo Pepe Peralta, Secretario General Adjunto de la Central porteña.
En la misma línea, Pablo Kleiman, abogado y también integrante de la CTAA porteña: “Este poder judicial no le sirve a la clase trabajadora. Venimos denunciando hace tiempo que esta justicia no nos sirve a la clase trabajadora porque siempre llega mal, deficiente y tarde. Los juicios demoran muchísimo, tanto como demoran el reconocimiento de las organizaciones, las reincorporaciones, las indemnizaciones, las jubilaciones”.
Entre las presencias más destacadas de la marcha se encontraba el dirigente social Luis D’Elía uno de los convocantes a la marcha: «No queremos más una Corte al servicio de (Mauricio) Macri, del Grupo Clarín y de la Embajada de Estados Unidos. Queremos que el lawfare se termine en la Argentina”.
Nina Brugo, incansable luchadora por los derechos de las mujeres y diversidades desde hace años, remarcó: “Queremos una sociedad justa en todo sentido, terminemos con la autodefinición de la Corte, es una injusticia, necesitamos una real reforma judicial, no esta vergüenza que no nos representa y están muy alejados del pueblo y sus necesidades”.
«Antes nos mandaban bayonetas, ahora hombres con toga. Pero hoy es un día refundacional para la justicia, necesitamos una justicia al servicio del pueblo. Hoy empezamos el cambio, hoy damos la vuelta», comenzó exclamando Ramos Padilla (quien renunció a la Corte cuando se crearon las leyes de Punto Final y Obediencia Debida) ante la multitud.
Juan Ramos Padilla fue el único orador del acto principal frente al Palacio de Tribunales: «¿Qué les pasa a los jueces que van a comer con los empresarios a los restaurantes más caros, y cuándo van a comer con el pueblo, cuándo van a recibir a los obreros, cuándo van a atender a las mujeres golpeadas, cuándo se van a ocupar de nuestros héroes de Malvinas?».
En ese sentido, Ramos Padilla subrayó: «No quieren que entren los morochos al Poder Judicial, les molesta que un juez camine con un piquetero, pero nosotros no vamos a ir jamás a la embajada de EEUU, no jugábamos al paddle con Mauricio Macri cuando hacía todas estas porquerías», en referencia a los vínculos que mantienen los actuales integrantes de la Corte con la familia del expresidente.
«Hoy empezamos una nueva historia del Poder Judicial. No alcanza con que se vaya la Corte: no puede haber delincuentes con toga», resaltó el magistrado, y agregó: «Si en 1976 hubiésemos tenido un Poder Judicial al servicio del pueblo, no hubiésemos tenido 30 mil detenidos desaparecidos (durante la última dictadura militar)».
También repudió la criminalización contra Milagro Sala, militantes sociales y trabajadores: «Tiene que cambiar el sistema y que una mujer, cuando vaya a una comisaría, no salga más golpeada. Vamos a cambiar la historia porque esto es lo que pasa con el pueblo cuando está unido».
Las actrices Cristina Banegas y Luisa Kuliok fueron las responsables de leer el documento principal que detalló el rol de la justicia burguesa en la historia argentina: «Con esta Corte no hay justicia ni democracia. Es antiobrera, patriarcal, aristocrática y machista», señalaba el texto.
Además, estuvieron presentes Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y madres y familiares de víctimas de femicidios. Así fue el caso del padre y la madre de Lucía Pérez, la joven marplatense asesinada a los 16 años y revictimizada por el poder judicial machista y patriarcal.
La movilización se replicó en más de 30 ciudades de todo el país, entre las que se destacan Rosario, Santa Fe, Jujuy, Salta, Córdoba, Misiones y Río Negro, con una importante convocatoria.