“Lucía vuelve a juntarnos hoy, como ese 19 de octubre que, hartas ya de tantos crímenes salimos a la calle en el primer paro nacional de mujeres ”, dijo Silvia León, Secretaria de Género de la CTA Autónoma, sentada delante del mural de los ojos de Lucía Pérez y al lado de Marta, su mamá.
“Hoy estamos junto a Marta y Guillermo, su mamá y su papá en este debate sobre la reforma judicial feminista y democrática, por el derecho de las niñas, jovenes y mujeres a vivir. Nuestra CTAA nace desde el grito de Burzaco como una central autónoma y abierta a la organización de la clase. La fuimos nutriendo con los fuegos transformadores de los feminismos populares luchando y proponiendo otro modelo de país. En ese camino como trabajadoras fuimos creando herramientas, construyendo fuerza, organizandonos y nos fuimos encontrando en las calles con miles. Esta mesa es parte del aporte al debate desde las trabajadoras porque es fundamental profundizar la democracia, para que sea más participativa y feminista y para eso, es prioritario transformar el Poder Judicial actual clasista, racista, misógino y deshumanizado agregó Silvia desde el patio de la Manzana de las Luces, donde a principios del siglo XIX el país se pensó sin nosotras.
Luego fue Marta quien tomó la palabra, acompañada por la mirada de su hija, pintada en el mural: “El 19 de octubre de 2016, en el primer paro nacional de mujeres, todas salieron bajo la lluvia para decir basta, si no nos necesitan produzcan sin nosotras. Luego empezamos a ver que la justicia no estaba a la altura de nosotras y ahora estamos a las puertas de un juicio político, de un jury a Facundo Gómez Urso y a Pablo Viñas, los dos jueces que dictaron una sentencia misógina que culpaba a Lucía de lo que le pasó”.
“Fue la muestra de la justicia más misógina, machista y patriarcal que vimos. Necesitamos que las cosas se digan y se hagan, este es el camino que queremos.”, finalizó Marta agradeciendo el acompañamiento de Silvia y la Central.
Desde Misiones, y a través de una transmisión especial de la Secretaría de Comunicación de la CTA Autónoma, Alicia Rivas, Secretaria de Comunicación de la Central misionera y miembro del equipo de Derechos Humanos, Justicia y Género de esa provincia, contó la historia de María Ovando, la mujer misionera que fue encarcelada por encontrársela culpable de la muerte de su pequeña hija por desnutrición. “En la criminalización no interviene sólo la justicia, también están los medios de comunicación y quienes hacen los informes también sobre las ‘malas madres’. Seguimos reclamando la absolución de María y ahora se va a cumplir un año del suicidio de Cristina Vázquez, del que también responsabilizamos al Estado y al Poder Judicial misógino y patriarcal”.
Saludando la presencia virtual de compañeras, compañeros y compañeres de todo el país, Silvia León celebró que gracias a la lucha del movimiento feminista, la justicia tucumana absolvió a Jéssica Osorez, quien se defendió de un intento de femicidio y por el juicio político al juez Pisa, responsable de no haber encarcelado a quien después asesinó a Paola Tacacho.
Guadalupe Santana, Socióloga, Secretaria de Juventudes de la Asociación de Empleades Judiciales de Buenos Aires, señaló, “Venimos trabajando en la discusión de la necesidad de un sistema judicial feminista porque un poder judicial que maltrata y precariza a sus trabajadores, difícilmente puede garantizar justicia”.
“Hay un consenso social muy fuerte para la reforma porque el poder judicial es el más antidemocrático de todos, muchos de los jueces que hoy están trabajando, están vinculados a delitos de lesa humanidad y la ciudadanía no tiene ninguna injerencia en este poder. Nuestras voces no son tenidas en cuenta, hay falta de capacitación para nosotres, desde quien está en mesa de entradas hasta los jueces y las juezas”, detalló Santana.
La abogada de la familia de Lucía en el reclamo del jury, Cristina Monserrat dijo también que “el poder judicial consolidó los golpes de Estado en nuestro país desde 1930. El poder judicial siempre estuvo al servicio del poder no del poder popular, nunca para el pueblo. Tenemos jueces que lejos están de tener empatía con los sectores populares. Pero pensemos que la justicia está hecha por humanos, no por dioses y debería llegar a la mayoría de la población”.
Celia Lorente, secretaria general de la AJB Dolores fue la última oradora: “Es necesario tener en cuenta la violencia del sistema judicial hacia afuera y también hacia adentro, con lxs trabajadorxs. Es de público conocimiento que por cada femicidio hay denuncias atrás no escuchadas. Pero tambien para declarar no hay privacidad, en Mar del Tuyu, por ejemplo, escucha todo el pueblo porque los boxes son de durlock”, ejemplificó la trabajadora y militante.
“Se tienen que terminar los privilegios, los jueces tienen que ser elegidos por la participación popular y tienen que ser sacados los jueces que tuvieron participación en la dictadura”, señaló Celia. «Necesitamos una reforma que nos acerque cada vez más a la verdad y a la reparación que cada ciudadana y ciudadano merecemos para lo que es fundamental el rol las organizaciones sindicales en la coherencia y defensa de los principios que sostenemos» destacó.
La actividad finalizó con la lectura de León de los comentarios que llegaban desde todo el país sobre la necesidad de la reforma judicial: “Un placer compartir las calles. Condenas a los femicidas. Justicia por Lucía. Aparición con vida de Nahuel y Guadalupe. Ni una menos”, Silvia y agradeció: “Saludamos a todas, todos y todes, a seguir luchando compañeres. A seguir organizándonos y construyendo esta fuerza popular para seguir transformando este país y la justicia, vamos a seguir trabajando para que esta muestra recorra el país gracias Marta y Guillermo por el ejemplo de lucha que nos siguen dando”.