Había sido amenazado por su clara acción pastoral de organización social, en una sociedad con abismales diferencias.
Su crimen es parte del genocidio de la última dictadura cívico- empresarial-militar con participación del poder eclesial en Argentina, que entre los 30 mil (+400) se encuentran los cientos de religiosas, religiosos y laicxs de distintas confesiones. La eliminación sistemática de este grupo humano fue efectuada a los fines de disciplinar y reorganizar las relaciones sociales dentro y fuera de las instituciones religiosas.
En 2014 fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato del Obispo Angelelli y la tentativa de homicidio a su amigo Arturo Pinto, dos de los represores, Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella.
El 27 de abril de 2019, luego de muchos años que la iglesia de las bases pregonara que no había sido un accidente sino un homicidio, la institución oficializó su reconocimiento, dado que el Papa Francisco, en 2018, dispuso que Enrique Angelelli, Carlos de Dios Murias, Gabriele Longueville y Wenceslao Pedernera, todos ellos sean declarados beatos (paso previo a la santificación), al probarse que sus asesinatos «por odio a la fe», durante la última dictadura militar, en 1976, constituyeron un martirio.
Mártires y héroes de La Rioja, Presentes!
Son reivindicadxs como testigxs y protagonistas de un sueño colectivo, en favor de una vida con dignidad y justicia para toda la sociedad, de acuerdo a los mandatos de su fe.
Memoria, Verdad y Justicia.
Biblioteca CTAA
Fuente: http://bibliotecacta.org.ar